Oraciones inacabadas, pensamientos inconcretos, comentarios inseguros, son multitud de cosas las que son impredecibles, inesperadas y sorprendentes. Por esta y otras muchas razones de hoy en día nada se puede asegurar con certeza, pero tampoco nada se puede negar con totalidad seguridad. Hemos aprendido a no dar las cosas por sabidas, hemos aprendido a esperar al futuro, hemos aprendido a no adelantarnos a los acontecimientos, porque si te das cuenta, eres tú el que va detrás cuando persigues al destino.
Por eso paso de rallarme por lo que venga, se supone que la clave de este juego es centrarse en el momento y valorar la situación.
Somos muchos los que estamos acojonados ante nuestro futuro próximo, por la gente perdida y por los daños morales que esto supone.
Pero sabes que pasa? Que la felicidad se basa en el estado mental, y que mentalmente, puedo ser más fuerte que nadie.
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